¿Puede la tecnología cambiarnos la vida? Esta pregunta, a estas alturas, puede parecer incluso obvia para muchos, ya que hemos podido comprobar a lo largo de todos estos años que el mundo está cambiando a pasos agigantados. La generación millenial, que ha podido vivir el trasvase entre milenios, sabe muy bien cómo te puede cambiar la vida en apenas diez años. La explosión de Internet, la llegada de los smartphones, las redes sociales, las plataformas de streaming… Todo esto ha ocurrido en apenas quince años y nos ha hecho caer en un mundo totalmente distinto al que habíamos conocido en nuestra infancia. Esa en la que salíamos a la calle a jugar con un balón, sin preocuparnos de whatsapps ni mensajes. Esa en la que cada noche nos reuníamos en el salón para ver lo que ponían en la tele, sin protestar por los anuncios. Esa en la que, para conocer a la chica que te gustaba, tenías que pasar semanas acudiendo al sitio donde solía ir con sus amigas.
No queremos ponernos nostálgicos ni gritar al cielo puño en alto aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor. De hecho, cada era tiene sus ventajas e inconvenientes, y son muchos los que dan gracias al cielo de poder vivir en nuestro tiempo, con la inmediatez que ofrece Internet. Ahora, el amor se puede encontrar en las redes sociales, y eso no quita que los bares sirvan también como lugar de encuentro y fascinación. Las nuevas generaciones, eso sí, son más de pedirse el Insta y empezar a hablar desde allí, a base de emoticonos, reacciones a las stories y MDs cifrados. En toda esta nueva era hay una aplicación que ha servido para quitarnos un poco de encima el complejo de culpa por querer, conocer a gente solo para divertirnos en la cama. ¿Acaso está mal querer pasar un buen rato con alguien que nos gusta, sin ningún tipo de compromiso? Tinder siempre se ha vendido como una nueva forma de conocer a gente distinta, ya sea para encontrar al amor de tu vida o a tu siguiente polvo. Lo que está claro es que busques lo que busques, tener Tinder en tu teléfono es una de las mejores formas de encontrar a alguien en una ciudad como Madrid.
La nueva revolución del amor
No sabemos si hablar de amor o de cualquier otra cosa, porque estos conceptos se están volviendo muy confusos en la vida moderna. Lo que sí está claro es que Tinder ha supuesto una auténtica revolución en la forma de entender las relaciones, y sobre todo, en cómo enfocar nuestras opciones. Cualquier persona que haya utilizado la app sabe de lo que estamos hablando. Más allá de ese sentimiento de “mercadeo” que se da a la hora de escoger a un futuro pretendiente, Tinder ha servido para que todos pensemos que tenemos muchísimas opciones abiertas a la hora de ligar. Y evidentemente, las ha aumentado, de eso no hay duda, y ha puesto en contacto a gente que seguramente no se habría conocido jamás. Pero esta amplitud, esa falsa seguridad de tener siempre a alguien esperando, también provoca que nuestras ganas de crear una relación verdaderamente sólida y afectiva queden en menos.
Miles de chicas disponibles
Si nunca has entrado en Tinder, te vamos a explicar un poco cómo va la cosa. Seguramente ya hayas oído hablar de esta app porque en estos diez años han sido muchísimas las personas que han decidido instalársela. Tal vez por un tiempo, o tal vez durante todo su periodo de soltería. El caso es que al entrar en Tinder y crearte tu cuenta, debes elegir qué tipo de perfiles te interesan, según el género. Es decir, si estás buscando a un chico, una chica… o ambas. En el caso de que busques chicas debemos advertirte que hay un porcentaje mucho menor que varones, así que tendrás mucha competencia. Por fortuna, Madrid es una ciudad gigantesca, y encontrarás miles de perfiles interesantes en esta app.
Tinder también funciona a través de un algoritmo que afina los perfiles que se te muestran gracias a tus elecciones previas. Por ejemplo, si la aplicación detecta que sueles hacer match con chicas rubias de ojos verdes, seguramente te muestre más ese tipo de perfiles. Pasa lo mismo con las chicas a las que les gusta la música, el cine o son vegetarianas. Evidentemente, un perfil y una pequeña biografía no te lo van a decir todo de esa otra persona, pero en el momento en el que hagáis match podrás hablar con ella. Para eso, ambos debéis haber escogido al otro, de manera mutua, o de lo contrario no te aparecerá nada.
Modelos, azafatas… y también prostitutas
¿Y qué tipo de perfiles vas a encontrar en Tinder? Pues hay absolutamente de todo, incluso esa clase de chicas que aseguran que jamás estarían en una app así porque no lo necesitan. Ligar por Tinder es hoy en día algo más que normalizado, así que vas a encontrar a mujeres muy hermosas también por aquí, tal vez buscando divertirse un poco, o sencillamente, tener opciones abiertas. Hay perfiles absolutamente espectaculares de modelos, azafatas, actrices e incluso escorts y prostitutas. Chicas que destacan por su belleza y sensualidad, y que incluso buen fotos muy ardientes para llamar la atención de los hombres. Eso sí, este tipo de perfiles suelen tener gato encerrado en realidad.
Y es que muchas de estas chicas promocionan sus redes sociales o páginas de Onlyfans a través de Tinder, para conseguir más seguidores. Esto quiere decir que su única intención es engrosar su bolsillo, pero no van a quedar contigo. En el caso de las prostitutas y escorts es posible llegar a ese encuentro… siempre que pagues, claro está. Pero si no quieres pasar por ese aro no te preocupes, las opciones son muy amplias y normalmente siempre encontrarás a una chica que esté dispuesta a quedar contigo y pasar un buen rato. Es cierto que Tinder está muy abierto a ese tipo de citas, aunque cada persona es un mundo, así que tampoco tienes que asumir nada antes de quedar con la otra persona.
Solo sexo o algo más
Las citas de Tinder pueden ser absolutamente demenciales o las mejores que hayas tenido. Conviene, eso sí, hablar un poco antes con la personas a través de la app, de cualquier red social o de Whatsapp, para evitar males mayores en la cita en sí. Puede que vayas con todas las ganas del mundo, pero al final te quedes con una sensación extraña porque la chica no es lo que esperabas. Tal vez lleguéis a buen puerto porque los dos estéis de acuerdo en entregaros al placer, y la cosa se quede ahí. Un polvo de una noche y adiós. O tal vez, la conexión sea tan grande que decidáis comenzar una relación más intensa… No sería la primera pareja de Tinder que se casa, tiene hijos y vive feliz años después de mandarse emojis en el chat.